Por Molina
Pasado mañana, sábado 30 de diciembre, mis compañeros del Quinteto cerrarán el año con una lectura pública en la ciudad de Neuquén. Junto a ellos habrá créditos locales y otros notables literatos y artistas de Buenos Aires.
Hoy, a las siete y media de la mañana, mientras terminaba de darle la mamadera a mi hijo, sonó el teléfono. Pensé que era mi mujer, para decirme algo de lo que se habría acordado rumbo al trabajo, pero no: era mi amigo Lucas "Funes" Oliveira (el presuntamente tucumano, el narrador maldito, el gran operador cultural), que me llamaba desde un ómnibus de larga distancia que abandonaba la ciudad de Bahía Blanca.
–Estoy emocionado –me dijo el Tigre Oyola un rato después–, estamos yendo por Colón, pasando frente a la cancha de Olimpo, viendo las tribunas con los colores de la fragata –y me aseguró que alguien ya se estaba encargando de retratar el momento.
De fondo también se oían las voces y los saludos de Lunita, de Paz y de Levín. Todavía les faltaban casi siete horas para llegar a destino. El resto de la comitiva porteña viaja esta noche. Dicen que Neuquén está empapelada con los afiches del Tigre. Yo no podré estar presente, por cuestiones familiares, pero de alguna manera rondaré, en estos últimos días de diciembre, por esa zona del país.
Feliz año, Quinteteros! Y ojalá que el que viene sea, al menos, tan grosso como el que se va.
Larga distancia
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2 comentarios:
Escalofríos, chango, estando acá todavía, estando en camino, allá, y con vos. El año que se viene está tan entusiasmado como nosotros, de que nos vayamos encontrando.
Un gran abrazo.
Molina!! Qué paradoja... usted está muy presente en el aire neuquino, y sin embargo se lo extraña! :) Que tenga el mejor comienzo del año... con Fausto rondando entre brindis y cohetes
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